La renegociación es un proceso a través del cual se mejoran las condiciones de los créditos, basándonos en la ley y mejorando las condiciones financieras; es decir, cambiamos el sistema de amortización de tal forma que la deuda se pague de una forma más rápida a la actual, hacemos que los intereses se vuelvan decrecientes y que el abono a capital sea creciente, con lo cual el saldo de la deuda empieza a disminuir de forma inmediata.

No. La persona sigue con el mismo banco y el mismo número de crédito. Todo el proceso se aplica directamente al crédito que se tiene vigente.

No. Los bancos tienen que acatar la ley, los ciudadanos están en su derecho legítimo de aplicar para la reducción de su crédito tal como lo expresa la ley.

No. La reducción a un crédito de vivienda, no va en contra de los intereses de los bancos, por el contrario, la banca está recuperando su cartera de manera más rápida, y por consiguiente puede volver a colocar el dinero en otros de sus productos.

No. No se generan reportes negativos ni alertas en las centrales de riesgo, sino que por el contrario, esta operación genera reporte positivo porque se está pagando una deuda antes de tiempo y se le está demostrando a la entidad financiera que se tiene una mayor capacidad de pago.​

Sí. La ley no establece restricciones por cantidad de propiedades.​

Sí. Es desarrollado dentro del marco de la Ley 546 de 1999, llamada ley de vivienda, de hecho, el artículo 51 de la constitución nacional dice que el estado desarrollará sistemas adecuados de financiación a largo plazo, artículo base para la mencionada ley, la cual se generó a finales de la década del 90 cuando colapsó el sistema financiero e inmobiliario haciendo desaparecer el UPAC y naciendo la UVR.

El proceso es vigilado y avalado por la superintendencia Financiera, la cual es el ente del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que se encarga de supervisar el sistema financiero colombiano con el fin de preservar su estabilidad, seguridad y confianza.

Sí. El proceso de reducción del crédito se basa en la ley 546 de 1999, la cual aplica para todo el país siempre y cuando sea un crédito hipotecario de vivienda o un leasing habitacional.

Sí. La ley es para todo el territorio nacional, no establece diferencias entre créditos para bienes rurales o urbanos.

No. Atendemos dos tipos de crédito:

• Vivienda: Para este tipo de crédito, nuestra gestión se basa en los beneficios de la Ley de vivienda, por tanto, aplica para los créditos hipotecarios de vivienda y para los de leasing habitacionales.
• Vehículo: Ofrecemos el servicio de renegociación para créditos o leasing de vehículo con entidades bancarias.

Por el momento no podemos ayudar a las personas con créditos de libre destino, tarjetas de crédito y demás líneas de crédito ofrecidas por el sistema financiero colombiano.

Directamente ante el banco donde se tiene radicado el crédito.

La ley es la garantía más grande de todas. Las entidades financieras tienen que acatar la ley y no se pueden negar a realizarlo.​

Lo hace el mismo banco tenedor del crédito en donde el cliente tiene radicado su préstamo, algunos bancos nos certifican mediante una carta, otros mediante e-mail o incluso mediante aviso telefónico, lo cual se le hace saber al cliente para que ratifique y confirme con la entidad financiera personalmente las nuevas condiciones del crédito.

No. Esto es inmodificable, el proceso de reducción es amparado y desarrollado dentro del marco legal y por consiguiente es blindado por la misma ley.

No. El crédito debe encontrarse al día.

El haber tenido períodos de mora en algún momento no impide para llevar a cabo la reducción, se puede hacer sin ningún inconveniente, siempre y cuando ya se encuentre al día, incluso si el cliente está reportado, esto no es impedimento para hacer la reducción.

Sí. La ley contempla que el deudor puede solicitar el cambio de la modalidad del sistema de amortización. Para efectos de la reducción es indiferente en que sistema de amortización se encuentre el crédito.

Sí. Todo tipo de crédito de vivienda y todos los estratos aplican para que se le efectúe la reducción, la ley no discrimina.

No. Los decretos 1143 del 2009, 1190 de 2012 y 0701 de 2013, establecen el beneficio de cobertura, en donde en el artículo 5º son muy claros los motivos para perder el beneficio y esos motivos, entre otros son:

• Alargar el plazo o aumentar la deuda.
• Por mora mora consecutiva de tres meses.
• Por cesión del crédito, cuando se pasa a una entidad que no es un establecimiento de crédito, es decir cuando no es un banco.

No. La ley no es retroactiva, los intereses que ya pagó no se pueden descontar.

Todas las entidades financieras que otorgan créditos de vivienda y que son vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia. 

Sí. El proceso aplica para créditos en el país, independientemente del lugar de residencia del deudor.

Para el proceso de estudio de las diferentes alternativas, se debe anexar el último extracto y para la renegociación con el banco solo se requiere la cédula y un poder a nombre de nuestra compañía.

Sí. Independientemente de que el deudor sea una persona natural o jurídica, siempre y cuando el crédito sea hipotecario o leasing Habitacional se puede hacer la reducción.

La ley de vivienda 546 de 1999, en su capítulo V, artículo 24, dice con respecto a la cesión de créditos lo siguiente: “La cesión de créditos no generará derechos notariales, gastos notariales e impuestos de timbre”.

​Por consiguiente, si una persona posee un crédito hipotecario y vende la cartera a otro banco, lo máximo que podría pagar sería un nuevo avalúo, no debe pagar los gastos de la notaría, ni de la oficina de registro, ni de tesorería, porque sigue siendo el mismo dueño de la propiedad, esto cuándo es un crédito hipotecario.

Si la persona tiene un leasing habitacional, para ese caso sí debe pagar derechos notariales, gastos de registro y de timbre; porque el dueño real de la propiedad es el banco, y al transferirlo a otro leasing cambia de propietario el inmueble, los costos aproximadamente son del 5,1% del valor de la propiedad.